La Danza de los Voladores de Papantla es un ritual indígena prehispánico originario de la región de Veracruz, México. Se cree que tiene sus raíces en la cultura tolteca y ha sido practicada por los indígenas de la región desde tiempos prehispánicos. La danza ha sido transmitida de generación en generación y se celebra en la ciudad de Papantla hasta el día de hoy.
La Danza de los Voladores de Papantla tiene un significado ceremonial y religioso. Se realiza para pedir lluvia y fertilidad, y para honrar a los dioses y a los antepasados. La danza se lleva a cabo en una estructura llamada “palo volador”, que consiste en un poste alto con una plataforma en la parte superior. Cinco hombres, conocidos como los voladores, suben a la plataforma y se atan cuerdas largas a las piernas. Luego, se lanzan al aire desde la plataforma mientras giran alrededor del poste, simbolizando así el vuelo de los pájaros.

La Danza de los Voladores de Papantla tiene un significado ceremonial y religioso. Se realiza para pedir lluvia y fertilidad, y para honrar a los dioses y a los antepasados. La danza se lleva a cabo en un poste alto con una plataforma en la parte superior. Cinco hombres, conocidos como los voladores, suben a la plataforma y se atan cuerdas largas a las piernas. Luego, se lanzan al aire desde la plataforma mientras giran alrededor del poste, simbolizando así el vuelo de los pájaros.
La Danza de los Voladores de Papantla tiene su origen en las antiguas tradiciones religiosas de los toltecas, una de las principales culturas indígenas de México prehispánico. Los toltecas creían que el universo estaba compuesto de cinco elementos: agua, fuego, tierra, aire y éter. La danza se llevaba a cabo para honrar a estos elementos y a los dioses asociados con ellos. El ritual incluía la ofrenda de sangre y sacrificios humanos, y se llevaba a cabo en la cima de las montañas.

Con el tiempo, la danza evolucionó y se adaptó a las tradiciones religiosas de las diferentes culturas indígenas que la practicaron. En la región de Papantla, los indígenas nahuas adoptaron la danza y la adaptaron para sus propios fines ceremoniales y religiosos. La danza dejó de incluir sacrificios humanos y se llevaba a cabo en una estructura llamada palo en lugar de en las cimas de las montañas.
La Danza de los Voladores de Papantla se celebra en la ciudad de Papantla durante la Feria de San Juan. Es considerada una de las representaciones más puras de la danza, ya que se realiza de acuerdo con las tradiciones y costumbres originales de los toltecas. Los voladores utilizan trajes tradicionales y se realiza un ritual previo antes de la danza para pedir permiso a los dioses para llevarla a cabo.

La danza comienza con una procesión en la que se busca el árbol adecuado para la ceremonia el cual es considerado sagrado y debe cumplir ciertos requisitos. Una vez encontrado el árbol adecuado, se lleva a cabo un ritual de purificación en el que se limpia y se da gracias antes de su uso en la ceremonia.
La ceremonia continúa con un ritual de ofrendas, en el cual se ofrecen incienso y ofrendas a los dioses y a los antepasados. Los voladores entonces se preparan para la danza, vistiendo sus trajes tradicionales.

Cinco hombres, conocidos como los voladores, suben a la plataforma y se atan a ella con cuerdas largas. El quinto hombre, el caporal, toca una flauta y un tambor mientras invoca al sol y los cuatro vientos y puntos cardinales. Los voladores se lanzan entonces desde la plataforma mientras giran imitando el vuelo de los pájaros mientras la cuerda se desenrolla, y van descendiendo paulatinamente hasta el suelo.

Cada variante de la danza representa un medio de revivir el mito del universo y expresa la visión del mundo y los valores de la comunidad, promoviendo la comunicación con los dioses y la prosperidad. La ceremonia de los voladores es un motivo de orgullo para los ejecutantes y los espectadores, y suscita un sentimiento de respeto por el patrimonio y la identidad culturales.

La Danza de los Voladores de Papantla es una práctica viva y vital en la cultura indígena de México. Es una oportunidad para preservar y difundir las tradiciones y costumbres. A pesar de los cambios que ha sufrido a lo largo de los años, la danza sigue siendo una parte importante de la cultura y la religión de la región de Papantla y es considerada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por UNESCO desde el 2009.



