La Virgen de la Soledad.
La leyenda de la Virgen de la Soledad.

En un día de 1875 arribaron a Córdoba unos artesanos y al momento pidieron reunirse con el sacerdote Don Juan Ortega de la Pava a quien solicitaron se les comisionara para tallar la figura religiosa que todos sabían faltaba.
Después de pensarlo un poco se decidió contratar a los artesanos quienes pidieron solo una condición, que durante el proyecto no se les molestara hasta que se concluyera el trabajo.
Fue entonces que se decidió entregar un adelanto monetario y los artesanos se pusieron manos a la obra a trabajar en la figura a puerta cerrada.
Pasaron los días y al no tener ninguna noticia, se sospechó que los artesanos hubieran mentido y se hubiesen escapado sin hacer la figura religiosa y con el dinero, por lo que el sacerdote decidió se se abrieran las puertas y se ingresara al lugar.
La sorpresa asaltó a todos los ahí presentes, se percataron que los alimentos que les habían proporcionado estaban enteros, sin haber sido tocados, pero no solo eso, el dinero que se había dado como pago del trabajo también estaba ahí, en el mismo lugar.
¿Qué pasó con los artesanos?
Pero aguardaba otra sorpresa para los ahí presentes ya que notaron que al fondo había un objeto que estaba cubierto con una manta. Se acercaron poco a poco y se decidieron a retirarla lentamente, la figura de la Virgen de la Soledad fue descubriéndose mientras caía la manta al suelo.

Esta por demás decir que desde ese momento la imagen religiosa de la Virgen de la Soledad se consideró todo un milagro puesto que se cree que aquellos artesanos eran realmente unos ángeles enviados por el cielo quienes habían realizada hermoso trabajo.
En la actualidad la Virgen de la Soledad se encuentra expuesta para su veneración en la Catedral de la Inmaculada Concepción de la ciudad de Córdoba, Veracruz.
